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5 Planes Irresistibles en Barcelona para Disfrutar de Vino y Pintura por la Noche

Barcelona es una ciudad que respira arte, cultura y placer. En ese contexto, hay una combinación que ha conquistado cada vez a más personas: el vino y la pintura. Sus calles vibran con creatividad, sus terrazas invitan a brindar, y sus noches están llenas de propuestas para todos los gustos.  Un maridaje que va mucho más allá del entretenimiento, y que se ha convertido en una forma de vivir la noche de manera diferente, auténtica y profundamente inspiradora.

Pintar con una copa de vino en la mano se ha transformado en una tendencia global que Barcelona ha sabido abrazar con estilo propio. No se trata de asistir a una clase formal ni de dominar técnicas complejas, sino de dejarse llevar por la creatividad, en un entorno relajado, social y estimulante. El arte deja de ser intimidante, y el vino ayuda a soltar los miedos, a fluir y a disfrutar del proceso sin juicios.

La ciudad ofrece cada vez más espacios que promueven esta experiencia, adaptada a todos los perfiles: desde locales de moda con talleres temáticos hasta rooftops con vistas panorámicas, cafés con alma artística o incluso kits para disfrutar desde casa. No importa si vas en pareja, con amigos o en solitario, el vino y la pintura se encargan de romper el hielo, relajar el ambiente y crear un recuerdo inolvidable.

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Uno de los espacios más populares que ha llevado esta tendencia a otro nivel es Wine Gogh Barcelona. Este lugar ofrece sesiones de pintura guiadas por artistas locales, acompañadas de una copa de vino en un ambiente creativo y lleno de buenas vibraciones. Aquí no importa el resultado final del cuadro, lo importante es el proceso, la risa compartida, el trazo libre y el sabor de cada sorbo. Es una experiencia completa para todos los sentidos.

Pero Wine Gogh no es la única opción. También hay galerías independientes que organizan eventos especiales de “Art & Wine”, donde se mezclan estilos, generaciones y vinos locales. Cafés creativos como Espai Joliu o El Ciclista ofrecen noches de acuarela con vino, más íntimas, más tranquilas, perfectas para una cita o una pausa artística en medio del caos urbano.

Los rooftops de hoteles como The Hoxton o el Pulitzer ofrecen experiencias pop-up que combinan pintura, vino y vistas espectaculares del skyline barcelonés al atardecer. Y para quienes prefieren la comodidad de su hogar, hay kits de Wine & Art que llevan toda la experiencia hasta tu puerta, permitiéndote vivir la magia de pintar con una copa en la mano desde tu balcón o salón.

Esta guía reúne cinco planes de noche en Barcelona donde el vino y la pintura se fusionan en perfecta armonía. Propuestas pensadas para quienes buscan algo más que una salida convencional: experiencias que despiertan los sentidos, liberan la mente y celebran la vida a través del arte y el buen vino. Porque en una ciudad como Barcelona, cada noche puede ser una obra de arte.

1. Wine Gogh Barcelona – Pintura con Copa en Mano

Wine Gogh se ha convertido en un referente en Barcelona para quienes buscan planes nocturnos originales. Este espacio mezcla arte y vino de una manera envolvente, relajada y profundamente divertida. No se necesita experiencia artística, solo ganas de pasarlo bien y dejarse llevar por la creatividad.

Las sesiones están diseñadas para que cualquiera pueda pintar un cuadro guiado paso a paso por artistas profesionales. Mientras creas tu obra, disfrutas de una copa de vino cuidadosamente seleccionada, en un entorno con buena música, iluminación acogedora y un ambiente social muy positivo.

El lugar invita a desconectar del ritmo acelerado de la ciudad y reconectar con uno mismo. Todo está pensado para que te sientas libre de expresarte, sin juicios ni presiones. Cada trazo es tuyo, y cada sorbo se convierte en parte del proceso artístico. Una experiencia donde lo importante es disfrutar del momento.

Wine Gogh es ideal tanto para ir con amigos como para una cita diferente. Incluso es perfecto para asistir solo y conocer nuevas personas. Muchos aprovechan la atmósfera creativa para compartir risas, anécdotas o simplemente vivir algo distinto. Es común ver a gente salir con una sonrisa y un cuadro bajo el brazo.

Las sesiones se adaptan a diferentes temáticas, estilos de pintura y épocas del año. Desde paisajes urbanos hasta retratos abstractos, siempre hay algo nuevo por descubrir. Además, la selección de vinos cambia regularmente, lo que añade variedad y sorpresa a cada visita.

Esta propuesta no solo es divertida, sino también terapéutica. Pintar mientras tomas una copa ayuda a reducir el estrés, fomentar la creatividad y liberar tensiones acumuladas. Es una experiencia completa: sensorial, emocional y visual.

Wine Gogh en Barcelona ha logrado crear un oasis artístico accesible para todos. Un espacio donde el arte no intimida, el vino acompaña, y la noche se convierte en una experiencia inolvidable. Un plan perfecto para quienes desean vivir la ciudad desde una perspectiva creativa y original.

Winegogh
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2. Talleres de Art & Wine en Galerías Independientes

Barcelona está llena de pequeñas galerías de arte que funcionan como espacios vivos, abiertos a propuestas creativas. Muchas de ellas organizan noches de “Art & Wine”, donde los asistentes pueden disfrutar de una sesión de pintura mientras saborean vinos locales o de autor. Es un plan perfecto para quienes buscan una experiencia más íntima y cultural.

Espacios como Miscelanea, en el Raval, o Espai Ku, en el Born, se han consolidado como lugares donde el arte se fusiona con la vida social de forma natural. Estas galerías no solo exhiben obras, sino que también generan encuentros donde se mezclan estilos, personas y copas. Allí, pintar es solo el inicio de un diálogo más amplio con la creatividad.

La atmósfera en estos talleres es muy distinta a la de un bar o un restaurante. Hay silencio cuando hace falta, música suave cuando se necesita, y una sensación de conexión auténtica entre los participantes. Es común que artistas emergentes participen como guías, ofreciendo consejos técnicos o simplemente inspirando con su presencia.

El vino, cuidadosamente seleccionado, acompaña sin robar protagonismo. Se sirve en copas elegantes, se presentan variedades locales y se anima a los asistentes a descubrir sabores mientras pintan. Cada trazo y cada sorbo se convierten en parte de una narrativa sensorial y artística.

Este tipo de eventos no se centran en el resultado final, sino en el proceso. La idea es relajarse, crear y disfrutar sin la presión de producir algo perfecto. Algunos talleres incluso incorporan poesía, fotografía o música en vivo, para enriquecer aún más la experiencia.

Además, al realizarse en galerías independientes, hay un valor añadido: el apoyo a los espacios culturales locales. Asistir a uno de estos encuentros es también una forma de participar en la vida artística de la ciudad, de fomentar el arte emergente y de construir comunidad. Estos talleres suelen tener plazas limitadas, lo que garantiza un ambiente acogedor y personalizado. Es fácil perder la noción del tiempo mientras se conversa con alguien nuevo, se pinta un lienzo y se degusta un vino lleno de carácter. El ritmo lo marcas tú.

Para muchos, esta es una forma de reconectar con la creatividad que tenían olvidada. Para otros, es un ritual mensual que esperan con ilusión. Sea cual sea el caso, los talleres de Art & Wine en galerías independientes ofrecen algo especial: una noche que se transforma en recuerdo, una experiencia que toca el alma a través del arte y el vino.

Winegogh
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3. Noches de Acuarela y Vino en Cafés Creativos

En Barcelona, algunos cafés han ido más allá del concepto tradicional para convertirse en espacios creativos donde se mezclan arte, vino y buena energía. Estos lugares, con un encanto especial, organizan noches de acuarela acompañadas por copas de vino que transforman cualquier velada en una experiencia relajada y artística.

Locales como Espai Joliu en Poblenou o El Ciclista en Gràcia son ejemplos perfectos. Más que cafeterías, son auténticos refugios de creatividad donde la decoración, la música y la luz invitan a dejar atrás el estrés. En estos ambientes, pintar con acuarelas se vuelve tan natural como tomarse un vino con amigos.

La propuesta es simple pero efectiva: cada persona recibe su set de acuarelas, papel artístico, pinceles y una copa de vino. A veces hay un artista guía que propone un tema o técnica, pero en general la consigna es libre y relajada. Se trata de pintar lo que te inspire, sin presiones ni juicios.

El vino acompaña de manera sutil, haciendo que todo fluya con más suavidad. No hay necesidad de saber pintar ni de seguir un modelo. La combinación entre el trazo ligero de la acuarela y el efecto relajante del vino crea una sensación de bienestar difícil de describir.

Estos eventos suelen atraer a perfiles diversos: viajeros, estudiantes de arte, curiosos locales o creativos de todos los niveles. Lo que todos tienen en común es el deseo de desconectar, crear y compartir un momento distinto. La conversación surge de forma espontánea, entre colores y copas.

La acuarela, por su fluidez y delicadeza, se presta perfectamente a este tipo de encuentros. No exige precisión ni técnica avanzada, sino más bien una actitud abierta, dispuesta a dejarse llevar por la emoción del color y el instante. El vino, por su parte, relaja la mente y agudiza los sentidos.

Participar en una de estas noches es una manera de reconectar con lo esencial. Lejos de la pantalla y del ruido, te concentras en mezclar colores, observar los detalles y disfrutar del momento. Aunque no lo busques, es probable que salgas con una sonrisa y una pequeña obra bajo el brazo.

Además, estos cafés creativos suelen tener opciones de vino natural o ecológico, lo que añade un toque especial a la experiencia. Todo está pensado para cuidar el ambiente, el cuerpo y la mente. Es arte, es sabor, es pausa en medio del ritmo de la ciudad.

Si buscas un plan de noche diferente en Barcelona, estas sesiones de acuarela y vino en cafés con alma son una apuesta segura. Un encuentro con la belleza, la calma y la creatividad. Porque a veces, solo necesitas una copa y un pincel para que la noche se vuelva mágica.

Winegogh
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4. Eventos Pop-Up de Pintura en Rooftops

Barcelona tiene una de las escenas más vibrantes de rooftops en Europa, y cada vez más de estos espacios se suman a la tendencia del arte con vino. Los eventos pop-up de pintura en azoteas ofrecen una forma inigualable de disfrutar de la ciudad: pincel en mano, copa en la otra y el skyline de fondo mientras cae el sol.

Hoteles como The Hoxton en Poblenou o el Hotel Pulitzer en el centro son conocidos por organizar experiencias artísticas al aire libre. Las sesiones suelen realizarse al atardecer, cuando la luz natural aporta calidez y el ambiente empieza a transformarse en una noche especial. El entorno es inspirador desde el primer minuto.

Al llegar, los asistentes encuentran una estación de pintura con todo lo necesario: lienzo, pinceles, pinturas acrílicas y, por supuesto, una copa de vino o cava. Un artista guía introduce la dinámica del evento, que puede ir desde pintar el paisaje hasta crear una obra abstracta. Todo fluye con libertad.

La combinación de arte, vino y vistas panorámicas crea una atmósfera mágica. Mientras pintas, el cielo cambia de color, las luces de la ciudad se encienden y la música acompaña en segundo plano. No hay urgencias, solo el placer de vivir el momento y dejarse llevar por la inspiración.

Estos eventos también fomentan la conexión social. Compartir una experiencia creativa en un lugar tan especial facilita conocer nuevas personas, charlar entre pinceladas y brindar por la vida. El arte rompe el hielo, y el vino hace que las sonrisas lleguen solas.

Muchos asistentes eligen estos planes como una cita romántica o una celebración diferente. Otros van por la experiencia sensorial, buscando una forma distinta de ver la ciudad. Sea cual sea el motivo, todos coinciden en que es una experiencia que deja huella.

Además, los rooftops suelen complementar la velada con pequeños aperitivos, vinos naturales o sesiones de DJ. Así, la noche no termina al acabar el cuadro: se puede seguir disfrutando del ambiente festivo, rodeado de arte, música y buena compañía. Cada evento tiene su toque único.

Estos pop-ups no solo son visualmente impactantes, sino también profundamente relajantes. Pintar en altura, con la brisa suave y una copa entre los dedos, permite desconectar como pocas cosas lo hacen. Es una experiencia estética y emocional que renueva y sorprende.

Barcelona, con su clima mediterráneo y su arquitectura encantadora, es el escenario perfecto para este tipo de propuestas. Vivir una noche de arte y vino en un rooftop es aprovechar la ciudad al máximo, mezclando cultura, creatividad y vistas inolvidables.

Si buscas un plan original, romántico o simplemente inspirador, los eventos de pintura en azoteas te regalarán mucho más que un cuadro: te ofrecerán una noche mágica sobre los tejados de Barcelona, donde todo parece posible.

Winegogh
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5. Plan Privado en Casa: Kit de Wine & Art

Para quienes prefieren una noche tranquila, íntima y creativa sin salir de casa, los kits de Wine & Art son una opción encantadora. Esta propuesta lleva la experiencia del arte con vino directamente a tu hogar, permitiéndote disfrutar a tu ritmo, sin horarios ni presiones. Es el plan ideal para una noche diferente en solitario, en pareja o con amigos.

Empresas como Wine Gogh ofrecen kits completos que incluyen todo lo necesario: lienzo, pinturas, pinceles, paleta, delantal y una botella de vino cuidadosamente seleccionada. Algunos kits también traen instrucciones paso a paso o incluso acceso a clases virtuales guiadas por artistas profesionales, lo que facilita aún más la experiencia.

La magia de este plan está en su libertad. Puedes crear tu propia atmósfera con velas, música suave y una mesa llena de colores. Todo el ambiente lo decides tú. No hay normas, solo la oportunidad de relajarte, expresarte y disfrutar de un momento personal lleno de calma y creatividad.

Este tipo de propuesta es perfecta para quienes buscan reconectar con su lado creativo en un entorno seguro y familiar. Pintar en casa con una copa de vino en la mano se convierte en una experiencia terapéutica, sin necesidad de moverse del sofá o el balcón.

También es una excelente idea para sorprender a alguien especial. Un kit Wine & Art puede ser un regalo romántico, original y lleno de intención. Compartir la experiencia con otra persona fortalece la conexión y deja un recuerdo especial en forma de una obra hecha juntos.

Otra ventaja es que puedes tomarte todo el tiempo que necesites. Si algo no te convence, puedes parar, volver al día siguiente o empezar de nuevo. Sin horarios ni presión social, la creatividad fluye con más honestidad y menos expectativas.

Además, al recibir el material en casa, se eliminan barreras como el traslado o el miedo escénico de pintar en público. Es un plan apto para todos los perfiles: desde los tímidos hasta los más experimentados. Todos pueden encontrar valor en el simple acto de crear algo con sus propias manos.

La botella de vino incluida aporta el toque relajante y especial que transforma la sesión en una velada completa. Ya sea un tinto suave, un blanco afrutado o incluso un vino rosado, cada sorbo complementa la experiencia de forma sutil y placentera.

En resumen, el plan privado con un kit de Wine & Art es una opción versátil, cómoda y profundamente gratificante. Una forma de vivir el arte desde casa, con la compañía del vino y la libertad de ser tú mismo. Porque no hace falta salir para vivir una noche mágica. Solo necesitas un pincel, una copa y dejarte llevar.

Winegogh
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