Paradores en Valencia; Top 5

Paradores en Valencia

Paradores en Valencia; Famosos por estar situados en edificaciones de gran valor histórico, como castillos, palacios y conventos. Estos hoteles ofrecen una experiencia de alojamiento inmersiva que combina lujo, cultura y historia.

En la Comunidad Valenciana, puedes encontrar varios de estos paradores que aunque no todos se ubican dentro de la ciudad de Valencia, están repartidos por toda la región, ofreciendo accesos a diversas experiencias locales. Cada parador se distingue por su arquitectura impresionante y su integración con la historia y el paisaje locales, proporcionando una base ideal tanto para explorar la rica cultura de la zona como para disfrutar de la hospitalidad y la gastronomía española. Estos paradores son opciones perfectas para quienes buscan un toque de historia y exclusividad en su estancia.

1. Parador de El Saler (Valencia)

El Parador de El Saler está situado en una zona estratégica de Valencia, combinando acceso a un paisaje natural único con la comodidad de estar cerca de una gran ciudad. La localización permite a los huéspedes disfrutar del parque natural de la Albufera, un espacio protegido que ofrece rutas de senderismo y la oportunidad de observar una diversa fauna, en especial aves migratorias. Este parador es especialmente apreciado por los aficionados al golf, gracias a su campo de 18 hoyos, reconocido internacionalmente por su diseño que respeta el medio ambiente y se integra con el paisaje local.

Las habitaciones del Parador de El Saler están diseñadas para proporcionar el máximo confort y aprovechar las impresionantes vistas al entorno natural y al mar Mediterráneo. Cada habitación cuenta con modernas instalaciones y una decoración que refleja tanto elementos contemporáneos como tradicionales españoles. El parador también cuenta con un spa completo, que incluye tratamientos de bienestar y relajación, una piscina cubierta y una sauna, todo pensado para ofrecer un descanso completo después de un día activo.

En cuanto a gastronomía, el restaurante del parador se especializa en platos típicos valencianos, con un énfasis en arroces y productos del mar. La paella, por supuesto, es un plato estrella, preparada con técnicas tradicionales y productos locales frescos. Este enfoque en la calidad y la autenticidad hace que cada comida sea una verdadera experiencia culinaria. Además, el parador organiza regularmente eventos y actividades que permiten a los huéspedes profundizar en la cultura local, desde talleres de cocina hasta recorridos guiados por el parque natural y la histórica ciudad de Valencia.

2. Parador de Jávea (Alicante)

Ubicado directamente en la costa de Alicante, el Parador de Jávea ofrece una experiencia única a sus visitantes. Su posición privilegiada frente al mar permite disfrutar de un entorno relajante con vistas inigualables del Mediterráneo. La playa, accesible directamente desde el parador, es perfecta para disfrutar del sol y realizar actividades acuáticas como natación o simplemente pasear por la orilla del mar.

Las instalaciones del Parador de Jávea están pensadas para maximizar la experiencia del entorno natural. Las habitaciones cuentan con amplias terrazas que ofrecen vistas panorámicas del mar, decoradas con un estilo elegante que combina modernidad y confort. Además, el parador dispone de una piscina exterior rodeada de jardines, ideal para relajarse y disfrutar del clima cálido típico de la región.

El restaurante del Parador de Jávea es un punto destacado, con una oferta gastronómica que pone énfasis en los productos del mar. El chef del parador utiliza ingredientes locales para crear platos que reflejan la rica tradición culinaria del Mediterráneo, como suquet de pescado y marisco fresco a la plancha. Además, el parador ofrece la posibilidad de disfrutar de cenas al aire libre, donde los huéspedes pueden cenar bajo las estrellas, escuchando el suave murmullo de las olas.

Para aquellos interesados en explorar más allá del hotel, Jávea ofrece numerosas actividades culturales y naturales. Desde visitar el histórico centro de la ciudad, con sus edificios antiguos y mercados locales, hasta explorar las calas y los acantilados que ofrecen espectaculares vistas del litoral. El Parador de Jávea se convierte así en un punto de partida ideal para descubrir los encantos de la Costa Blanca.

3. Parador de Benicarló (Castellón)

El Parador de Benicarló, ubicado en la provincia de Castellón en la Costa del Azahar, ofrece a los visitantes una escapada perfecta al litoral del este español. Este establecimiento está situado a poca distancia de la playa, lo cual facilita el acceso a un día de sol y mar. Además, el parador está rodeado por un jardín de 20,000 metros cuadrados, que incluye una variedad de flora mediterránea y proporciona un espacio tranquilo para pasear y relajarse.

Las habitaciones del Parador de Benicarló están diseñadas para reflejar el ambiente luminoso y aireado de la costa. Con decoraciones que utilizan colores claros y materiales naturales, cada habitación es un refugio de paz y serenidad. Además, muchas de las habitaciones ofrecen vistas al jardín o al mar, permitiendo a los huéspedes comenzar el día con una hermosa vista.

El restaurante del parador es reconocido por su enfoque en la cocina local, especialmente por la utilización de la alcachofa de Benicarló, una denominación de origen protegida que es un ingrediente estrella en muchos platos del menú. El chef del parador combina tradición con innovación para ofrecer experiencias gastronómicas que destacan por su frescura y sabor. Además de las comidas, el parador ofrece actividades como degustaciones de vino y visitas a los huertos locales, donde los huéspedes pueden aprender más sobre la agricultura de la región y su impacto en la cocina local.

El Parador de Benicarló no solo es un lugar para disfrutar de la playa y la buena comida, sino también un punto de acceso para explorar otras áreas de interés cultural y natural en Castellón. Desde visitar pequeños pueblos con encanto hasta participar en festivales locales, hay una amplia gama de actividades que enriquecen la estancia en este parador.

4. Parador de Lorca (Murcia)

El Parador de Lorca, ubicado en la región de Murcia, se encuentra en un sitio de inmenso valor histórico y arquitectónico: un castillo que data del siglo XIII. Este edificio, restaurado y transformado en un hotel de lujo, ofrece a sus visitantes una fusión de historia medieval y comodidades modernas, situado en lo alto de una colina con vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. El parador es parte de un complejo mayor que incluye también ruinas arqueológicas, una sinagoga y un museo, lo que permite a los huéspedes sumergirse completamente en el pasado histórico del lugar.

Las habitaciones del Parador de Lorca están decoradas de manera que respetan el carácter histórico del edificio, con toques modernos que aseguran una estancia confortable. Cada habitación ofrece vistas espectaculares, ya sea de la ciudad de Lorca o de la rugosa topografía que rodea el castillo. Están equipadas con tecnología de última generación, ofreciendo un contraste intrigante entre el pasado y el presente.

El restaurante del parador se especializa en la gastronomía murciana, utilizando productos locales para preparar platos tradicionales con un toque contemporáneo. Los huéspedes pueden disfrutar de especialidades como el arroz con conejo, los michirones y una variedad de tapas que reflejan la rica diversidad culinaria de la región. Además, el parador organiza eventos gastronómicos y catas de vino que destacan los productos de la zona.

Para aquellos interesados en la cultura y la historia, el Parador de Lorca ofrece visitas guiadas por el propio castillo y sus instalaciones, incluyendo la sinagoga restaurada y el museo arqueológico. Estas visitas proporcionan una comprensión profunda del pasado multifacético de Lorca, desde sus raíces romanas hasta su significativa herencia judía y cristiana. Además, el spa del parador, con vistas al paisaje circundante, ofrece un lugar de relajación y rejuvenecimiento, añadiendo otro nivel de disfrute a la experiencia de los huéspedes.

5. Parador de Tortosa (Tarragona)

El Parador de Tortosa se encuentra en un castillo que data del siglo X, ofreciendo no solo alojamiento sino una inmersión en la historia de Cataluña. Situado en lo alto de la colina de la Zuda, el parador domina la ciudad de Tortosa y el río Ebro, proporcionando vistas impresionantes y un entorno verdaderamente único. El castillo combina elementos de arquitectura gótica y renacentista, y ha sido cuidadosamente restaurado para preservar su carácter histórico mientras se integran las comodidades modernas.

Las habitaciones del Parador de Tortosa están diseñadas para reflejar la historia del edificio, con muebles de época y detalles arquitectónicos que recuerdan a los tiempos medievales. Sin embargo, también cuentan con todas las comodidades modernas, incluyendo aire acondicionado, Wi-Fi y modernos baños, asegurando una estancia confortable y lujosa. Cada habitación ofrece diferentes vistas del paisaje circundante, incluyendo el río Ebro y las antiguas murallas de la ciudad.

El restaurante del parador se especializa en la cocina catalana, ofreciendo platos tradicionales como el suquet de peix (guiso de pescado) y variedades de arroces. Ingredientes locales, como los productos del Delta del Ebro, son protagonistas en el menú, permitiendo a los huéspedes disfrutar de sabores auténticos y frescos. Además, el parador a menudo organiza eventos culinarios y degustaciones que permiten a los visitantes explorar más profundamente la gastronomía regional.

Para los interesados en explorar más allá del parador, Tortosa ofrece un rico patrimonio cultural, con su impresionante catedral, el antiguo barrio judío y varios museos que cuentan la historia de esta fascinante región. Actividades como paseos en barco por el río Ebro o excursiones a las cercanas montañas de Els Ports ofrecen a los huéspedes oportunidades para explorar la naturaleza y la cultura local. El Parador de Tortosa, con su mezcla única de historia antigua y modernidad, proporciona una base ideal para descubrir la belleza y la historia de esta parte de Cataluña.

Wine Gogh una experiencia unica con Arte y Vino

Wine Gogh es una experiencia inigualable donde el vino y el arte se fusionan para crear una velada memorable. Imagina un espacio acogedor, decorado con obras de inspiración impresionista, donde cada detalle está pensado para sumergirte en un ambiente creativo y relajante. Al entrar, serás recibido con una copa de vino seleccionado meticulosamente para agudizar tus sentidos y inspirar tu espíritu artístico.

Nuestro evento estrella, “Pinceladas y Sorbos”, te permite descubrir al artista que llevas dentro. No importa si nunca has tomado un pincel; nuestros instructores expertos te guiarán paso a paso en la creación de tu propia obra maestra, mientras disfrutas de una selección de vinos locales e internacionales. Cada sesión está diseñada para explorar diferentes técnicas y estilos, desde el impresionismo hasta el arte moderno, haciendo cada visita una nueva aventura.

Además de nuestras sesiones de pintura, Wine Gogh ofrece catas de vino especializadas que te llevarán a un viaje sensorial. Aprenderás sobre las variedades de uva, las regiones vinícolas y los procesos de elaboración, todo en un ambiente interactivo y ameno. Es la oportunidad perfecta para desarrollar tu paladar, mientras te relajas y socializas.

Wine Gogh no es solo para artistas o conocedores de vino, es para cualquiera que busque una forma diferente de disfrutar de la noche. Es ideal para una salida en pareja, un evento especial de grupo, o simplemente para despejar tu mente después de una larga semana.

Ven a Wine Gogh y déjate llevar por la magia del vino y el arte. Reserva tu experiencia ahora y prepárate para descorchar la creatividad. ¡Tu asiento te espera en este encuentro único donde cada trazo y cada sorbo se convierten en una celebración de la vida y la belleza!